Historia del Dojo

«Bajo el Parrón»

«Una breve reseña de la historia del Dojo Sanchin» 

…Corría la década de los sesenta y en Chile solo existían unas vagas ideas de un misterioso arte japonés de lucha.
Jujutsu, Judo y algo así como «kárate» eran los nombres que identificaban estas misteriosas artes marciales.

En Santiago en plena Alameda se instalaba la «Kenpo Karate» del profesor Arturo Petit. También en la calle Estado funcionaba la «Escuela Japonesa de Karate» de los hermanos Vildósola.

Poco después se instalaban en Santiago las primeras escuelas de «Karate-Do». La escuela de «los hermanos Fernández», la de «Enzo» y la de «los Hermanos Wong».

Pronto recibirían la «Ken-Shin-Kan», «Goju-Kai» y «Shudo-Kan» el merecido reconocimiento de escuelas serias. Así el misterio que rodeaba al Karate-Do había llegado a Chile.

Curioso es el hecho que las tres primeras míticas escuelas de Karate-Do en llegar a Chile tuvieran al mismo maestro japonés en común. Los Hermanos Raúl y Roberto Fernández de la Reguera eran sus discípulos. Enzo Ramírez había tenido también un corto encuentro como alumno de él en Brasil y el maestro de Arturo Wong había sido su alumno en Japón. Este Sensei japonés que había llegado a Brasil en 1957 era todo un experto. Ostentaba el grado de 8 Dan, el grado con que se reconocía a un maestro en Japón.

Su nombre… Seiichi Yoshitaka Akamine.

…Años antes cuando yo aún era un niño «bajo el parrón» de la casa de mis abuelos, mi padre, quien había sido un asiduo practicante del boxeo me enseñaba las primeras lecciones de ‘fintas’ y ‘upper-cuts’. Recuerdo también a mis hermanos mayores como junto a sus amigos se reunían a boxear en un improvisado Ring, también bajo el mismo parrón por las tardes después del colegio.

Después, alrededor de los 13 años de edad con la ayuda de amigos, libros y mucho entusiasmo dábamos los primeros pasos tratando de aprender las ‘llaves’ como le decíamos entonces de esos fascinantes artes de defensa japoneses. De aquellos años solo unos pocos continuamos y actualmente solo Manuel Díaz García actual profesor de Aikido y yo, seguimos practicando.

Pronto siguieron las visitas a escuelas establecidas y los primeros alumnos y profesores que compartían sus conocimientos.

Desgraciadamente a partir de Septiembre de 1973 las artes marciales fueron prohibidas en Chile, por lo que mi interés tuvo que esperar hasta 1975 cuando junto con ingresar al «Físico de la Universidad de Chile» a estudiar «Pedagogía en Ed. Física, Deportes y Recreación» finalmente también ingreso a una verdadera escuela de karate-do.

Mi primer profesor de Karate-Do era entonces 1er Dan de la Ken-Shin-Kan y también alumno de la carrera de Ed. Física, Sr. Francisco Kamann Campaña.

Desde entonces en la «Rama de Karate-Do del Físico» comienzo un aprendizaje serio y bien dirigido, motivado en un principio por las técnicas de combate y una extraña nueva sensación de estar entrando a un mundo desconocido que me hacia sentir muy bien…

No pasó mucho tiempo antes que me diera cuenta que Karate-Do era mucho más que sólo golpes y combates.

Simultáneamente ‘bajo el parrón‘ además de las prácticas semanales, cada domingo nos reuníamos a entrenar entre amigos, recuerdo cómo muchas veces invitábamos karatekas también de otras escuelas para probar nuestros karate en aguerridos combates fraternos.

De aquellos años en el Dojo del Físico recuerdo a los actuales cinturones negros…

Alejandro Prado, Nino Oliveros, Rogelio Catrileo, Rene Carrasco, Francisco Castañon, Alfonso Carrillo, Luis Cáceres, Carlos Ruiz, Javier Marchant, Raúl Garreton, Marianne Beuchat y Erich Kamann B.

Tres años después, siendo 2 Kiu viajo por estudios a radicarme a USA y permanezco por espacio de dos años estudiando y también practicando a diario e ingreso a la Goju-Kai del maestro Yamaguchi.

Es en estos años en USA donde vivo una experiencia de vida muy especial y fúndante, que cambia para siempre mi concepto de la vida…
Producto de ella comienzo una búsqueda esencial de respuesta a múltiples interrogantes acerca de la vida y sus misterios. Tal es el impacto de esta experiencia que nunca vuelvo a ser el mismo. La vida se me torna un misterio…

Producto de esa búsqueda finalmente decido regresar a Chile para entrar de lleno en el camino de Karate-Do del maestro Akamine, ya que como uno de los resultados de la experiencia vivida me doy cuenta de la profundidad y espiritualidad de este arte de defensa.

Fue también en esos años en donde tuve la buena fortuna de conocer un poco más cercanamente a SenseiRoberto Fernández de la Reguera, con quien compartí entonces y más adelante en Chile alguna de mis inquietudes y búsqueda, logrando también aprender mucho de él. Por todas las enseñanzas impartidas y su dedicación al Karate-Do siempre le estaré muy agradecido.

De regreso en Chile, en Santiago, a partir de Julio de 1980 y en el Dojo de Francisco Kamann retomo las prácticas con mi profesor iniciando un intenso camino interior guiado por quien, por muchos años más sería no sólo mi profesor, sino que mi principal formador.

En el verano de 1981 junto a los hermanos Tomás y Roberto Munzer tuvimos el privilegio y la buena fortuna de viajar con nuestro profesor Sensei Francisco a Brasil a conocer más íntimamente al maestro Akamine
El mundo que Sensei Akamine abrió frente a nuestros ojos aquellos días en su hogar, fue como un gran y nuevo ‘mapa’ que encendió un fuego interior que sin duda nos alumbra hasta hoy.

Ya para entonces ‘Pancho’ era 3er Dan de la Ken-Shin-Kan y el alumno de mas alto grado de la escuela de entonces. Dependíamos de Sensei Roberto y fue él quien a fines de 1981 nos reconoce a Alfonso Carrillo, Luis Cáceres (Papel) y a mí con el 1er Dan, después de más de un mes de intenso aprendizaje en un valioso y duro examen en el Dojo de la calle Echaurren.

En Marzo de 1982 ‘bajo el parrón‘ comienzo un incipiente intento por enseñar Karate-Do.

Mis primeros alumnos fueron mis hermanas, hermanos, primos y amigos.

Pasa el tiempo y a mediados de los 80 mi profesor Francisco Kamann fue llamado directa e insistentemente por el maestro Akamine para que se convirtiera en su alumno personal en áreas del conocimiento que poseía el maestro no necesariamente relacionadas con las técnicas y estilo de Karate-Do que también dominaba Seiichi Akamine Sensei.
Entre los requisitos que Sensei Akamine le pide al profesor Francisco es que mantenga una práctica más bien aislado de las Escuelas de Karate-Do. Sensei Francisco entonces siguiendo las indicaciones de su maestro se recoge en una práctica privada con un grupo muy reducido de alumnos, entre los afortunados me encontraba yo. Estos fueron los inicios de la actual «Escuela Autónoma Francisco Kamann«.

Aquellos fueron años muy especiales llenos de aguerrida, intensa práctica y trabajo interior siguiendo las enseñanzas del maestro Akamine impartidas en el Dojo de nuestro profesor Francisco Kamann.

En aquel Dojo se iniciaron los actuales cinturones negros:

Tomas Munzer, Rose Marie Jacoby, Charly Fuchs y Peter Jacoby.

Paralelo a esto iniciamos pequeños grupos de entrenamiento entre ellos el ‘Dojo de la familia Sánchez’ formado básicamente por alumnos del colegio Newland y cercanos. Es en este Dojo familiar donde se inicia el cinturón negro…

Alejandro Ruiz B.

A poco andar este Dojo se extendió también para todo el ‘The Newland School‘ colegio en donde me desempeñaba como profesor de Ed. Física y Deportes. A estas clases se integran también otros alumnos directos de Sensei Francisco ya que es él quien dirige a partir de entonces las clases y yo le secundo lo mejor que puedo.

Es en este Dojo del colegio Newland donde reciben su cinturón negro…

Raúl Garretón, Alejandro Ruiz y Gonzalo Silva.

También en 1988, Sensei Francisco habiendo sido reconocido por el maestro Akamine como 6º Dan, me reconoce con el grado de 3er Dan.

Ya en 1990 y buscando una mejor calidad de vida para mi familia emigramos a la V Región. En la ciudad portuaria de Quintero abro un Dojo y una Rama de Karate-do en la Empresa Nacional de Minería (Enami). Permanezco por espacio de tres años en la zona.

Se inician allí los actuales cinturones negros…

Luis E Araya, Pablo Sandoval, Manuel Acevedo, Malcolm Gyllen y Jesús Rogat.

Paralelamente a esto tengo en estos años también la muy buena fortuna de entrenar más cercanamente en la filial de Viña del Mar de la Ken-Shin-Kan bajo la dirección del profesor Germán Oliveros, brillante alumno de Sensei Raúl Fernández de la Reguera. A Sensei Raúl también le agradezco sinceramente su dedicación al Karate-Do y sus valiosas enseñanzas.
Los años bajo la guía de Sensei Germán han sido siempre muy valiosos para mí y me han ayudado a profundizar y complementar muchisimo lo aprendido, mantengo un profundo agradecimiento y reconocimiento por su labor.

En 1993 y por motivos laborales debemos regresar a Santiago. Los alumnos del Dojo de Quintero-Enami pasan entonces a manos de Sensei Germán en Viña.

Ya de regreso en Santiago retomo mis prácticas pero sólo en forma privada y mantenemos un arduo entrenamiento entonces con un solo alumno, Gonzalo Silva con quien tiempo después iniciamos el nuevo… «Dojo May Club- Shopping de la Dehesa«, en Santiago. Medio año después debo pedir al profesor Raúl Garretón que continúe con la responsabilidad de dirigir las clases. Desde entonces este Dojo continuó bajo la dirección de Sensei Francisco y como instructor el profesor Raúl Garretón. Con el tiempo este Dojo se transformó en la principal sede de la escuela de Sensei Francisco Kamann llegando a formar valiosas personas y numerosos cinturones negros. En la actualidad (2006) su escuela funciona principalmente en el Club Manquehue, secundada por su antiguo alumno Carlos Fuchs y como instructor el profesor Eric Brierley.

Por mi parte en 1994 inicio ‘bajo el parrón‘, un periodo muy especial de prácticas individuales retirado de dojos y alumnos. Este periodo culmina con un viaje en Enero de 1995.

Aceptando la invitación que la muy querida familia Tatsuzawa me hiciera de visitar el Japón, tengo la buena fortuna de concretar un viaje tan significativo y especial.

Además de toda la experiencia que un viaje así significa busco hasta encontrar a Katsuya Izumikawa, un muy importante Sensei japonés. Su padre un gran maestro del karate-do en Japón había sido el mítico maestro y condiscípulo de Sensei Akamine de quien había escuchado hablar en Chile como el único maestro en Japón que aún mantenía la línea original de Sensei Akamine pero lamentablemente había fallecido muchos años atrás.

Las enseñanzas de Sensei Izumikawa Katsuya fueron muy valiosas y lograron abrir una puerta donde hasta entonces había una muralla, mostrando un camino donde otro terminaba…

A mi regreso de Japón enriquecido con las impresiones del Oriente y de la fuerza que entrega el Shinto japonés inicio mis prácticas solitarias bajo el parrón con una visión ampliada y con el anhelo de lo antes posible ir a visitar al maestro Akamine. Sin embargo, esto no se pudo concretar ya que en Julio de 1995, nos llega la triste noticia de la irremediable pérdida, el fallecimiento de Sensei…

…Durante los años siguientes, llenos de intensas prácticas individuales, una nueva fuerza comienza a brotar desde lo profundo y a desarrollarse en una nueva forma un tanto más propia de practicar karate-do.

Se inicia asi desde el interior un nuevo Dojo … «Dojo Sanchin«.

Sin tener un lugar fijo de práctica aún este ‘gesto’ se transforma en una ‘gesta’ en un Dojo que solo existía en el corazón…

Así y manteniendo la amistad y gratitud con mis profesores les comunico mi necesidad de independencia y mi decisión de formar un ‘dojo autónomo’.

Comenzamos en 1997 un pequeño grupo de alumnos en el Gimnasio May Club de A. Vespucio y muy pronto nos cambiamos a la Villa Militar permaneciendo allí por casi tres años. Es en este Dojo en donde se gradúa de cinturón negro una antigua alumna del grupo de Sensei Francisco formada por los profesores Charly Fuchs y Rose Mary Jacoby …

Paula Blanche.

También aprueban su examen de 1er Dan ante sus profesores, tres alumnos de Sensei Francisco Kamann y el profesor Raúl Garretón que eran asiduos practicantes también en nuestro Dojo…

Erich Kamann, Arturo Muñoz y Peter Jacoby.

A partir de entonces el joven Erich decide integrarse como alumno regular a nuestro Dojo.

Nuevamente, y en el siguiente verano del 2000, tengo la buena fortuna de conocer a otro de los alumnos directos del maestro Akamine, me refiero a Sensei Carlos Riuz más conocido como «Sensei Pa Chi» de laToku In Kan de Uruguay y a Sensei Fernando Prieto su alumno directo y más antiguo.

Este viaje resulta en una gran experiencia y aprendizaje acerca de las atesoradas enseñanzas que Sensei Akamine dio a Sensei Pa Chi desde principios de la década de los sesenta. Siempre estaré muy agradecido de la valiosa ayuda y sabios conocimientos que Sensei Pa Chi y Sensei Fernando compartieron conmigo.

De regreso en Chile y lleno de las impresiones de un viaje muy especial retomábamos las prácticas en nuestro Dojo de la Villa Militar y en Mayo de ese año finalmente se inaugura oficialmente bajo el mismo parrón donde casi treinta años atrás iniciara las prácticas de este arte de defensa que ahora enseñaba, el recién construido …

«Dojo Sanchin«, «Lugar del camino de la unificación de los tres tesoros«

Un año después se graduaban los primeros cinturones negros de nuestro Dojo…

María Angélica Ferrán y Malcolm Gyllen.

Desde entonces nuestra ‘expresión’ de las enseñanzas del maestro Akamine ha seguido creciendo y tomando forma. A fines del 2003 Erich Kamann B, en la misma ceremonia del Dojo de Sensei Francisco Kamann en donde el profesor Raúl Garretón fue ascendido a 4o Dan, recibió también de parte de su padre el reconocimiento como 3er Dan. Además en estos años se nos han unido pacíficos alumnos -algunos prontos ya a 1er Dan- muy valiosos que llenos de pureza y corazón valiente nos enseñan a diario con su lucha por ser mejores personas. Doy gracias a la Divinidad por todo esto, por los profesores que nos han enseñado con paciencia y espíritu, por la gran posibilidad de seguir aprendiendo al enseñar y a ustedes queridos alumnos por la confianza depositada en mí.

…»Bajo el parrón» – convertido ahora en un Dojo- que treinta años atrás me vio comenzar dando mis primeros pasos de este camino sin fin, durante la ceremonia de inauguración y en presencia de mis seres queridos, mis padres, alumnos, amigos y los profesores y amigos Francisco Kamann, Germán Oliveros y Manuel Díaz encendimos inciensos a la Divinidad, al maestro Akamine y a nuestros antepasados presentes.

Después iniciamos nuestra práctica invocando humildemente la bendición del Ser Supremo…

«Oh Gran Espíritu cuya voz oímos en el viento y cuyo soplo da vida a todas las cosas… Enséñanos

… Gracias».


Alvaro R. Bustamante Escayol .
Profesor Dojo Sanchin .
Cinturón Negro 3er Dan. 

Mayo 2006